La levedad del ser

La levedad del ser

martes, 27 de febrero de 2018

EL LOBO ESTEPARIO.Autor: Hermann Hesse. Fragmento.

“El Lobo Estepario”

“¡Ah, es difícil encontrar esa huella de Dios en medio de esta vida que llevamos, en medio de este siglo tan contestadizo, tan burgués, tan falto de espiritualidad, a la vista de estas arquitecturas, de estos negocios, de esta política, de estos hombres! ¿Cómo no había yo de ser un lobo estepario y un pobre anacoreta en medio de un mundo, ninguno de cuyos fines comparto, ninguno de cuyos placeres me llama la atención? No puedo aguantar mucho tiempo ni en un teatro ni en un cine, apenas puedo leer un periódico, rara vez un libro moderno; no puedo comprender qué clase de placer y de alegría buscan los hombres en los hoteles y en los ferrocarriles totalmente llenos, en los cafés repletos de gente oyendo una música fastidiosa y pesada; en los bares y varietés de las elegantes ciudades lujosas, en las exposiciones universales, en las carreras, en las conferencias para los necesitados de ilustración, en los grandes lugares de deportes; no puedo entender ni compartir todos estos placeres, que a mí me serían desde luego asequibles y por los que tantos millares de personas se afanan y se agitan. Y lo que, por el contrario, me sucede a mí en las raras horas de placer, lo que para mí es delicia, suceso, elevación y éxtasis, eso no lo conoce, ni lo ama, ni lo busca el mundo más que si acaso en las novelas; en la vida, lo considera una locura. Y en efecto, si el mundo tiene razón, si esta música de los cafés, estas diversiones en masa, estos hombres americanos contentos con tan poco tienen razón, entonces soy yo el que no la tiene, entonces es verdad que estoy loco, entonces soy efectivamente el lobo estepario que tantas veces me he llamado, la bestia descarriada en un mundo que le es extraño e incomprensible, que ya no encuentra ni su hogar, ni su ambiente, ni su alimento.”

Autor: Hermann Hesse.
Fragmento.

viernes, 23 de febrero de 2018

La gran apuesta en este siglo XXI debe ser la investigación, la educación, la ciencia y la tecnología

Tenía mis reservas respecto al Dr. Facundo Manes, pero últimamente, al leer sus opiniones y sabiendo de sus estudios, estoy plenamente de acuerdo con su teoría.- POR EL HUMANISMO Y EL DESARROLLO SUSTENTABLE HUMANO ( SIN ELLOS LOS OTROS DESARROLLOS NO EXISTEN REALMENTE)
¿Qué es la revolución del conocimiento?
- El mundo se ha transformado. La gran apuesta en este siglo XXI debe ser la investigación, la educación, la ciencia y la tecnología. Muchos países más pobres en recursos naturales que la Argentina se han convertido en naciones fecundas gracias a la inversión en estos pilares. Porque hoy la clave para el crecimiento de un país está en el desarrollo de las ideas, de la creatividad y el conocimiento. El conocimiento, además, fortalece el vínculo entre las personas y, a través de esto, la conformación armónica de su tejido social. La revolución del conocimiento tiene que ver con esto y es la sociedad en su conjunto la que debe reclamar una educación de calidad para todos, en un contexto en el que los niños estén bien nutridos, con un sistema educativo que reconozca el valor prioritario de los docentes y una inversión cada vez mayor en la investigación científica y en el desarrollo tecnológico.

-¿Por qué el conocimiento debe ser la gran apuesta como nación?
- Porque indudablemente la educación es el verdadero pilar de la igualdad de oportunidades y del crecimiento de un país. Es un factor de integración social y de creación de ciudadanía. Hablar de educación es apostar a un crecimiento económico, pero también abarca la mejora de las condiciones sanitarias de la población, al cuidado del medio ambiente, a la igualdad de género, al reconocimiento y cuidado de las personas mayores. Se trata de una evolución sustentable, integral y profundamente humana de la sociedad argentina.

-¿Cuáles son las consecuencias de la pobreza en este contexto?
- El contexto de pobreza condiciona el desarrollo de las personas. Es muy difícil que alguien que no tiene las necesidades básicas satisfechas no esté pensando día y noche en cómo lograr satisfacerlas, enfocarse en lo inmediato, en lo urgente. ¡Eso obviamente no es igualdad de oportunidades en el presente, pero tampoco para el futuro! Lo que debemos entender es que, cuando hablamos de la apuesta por la educación, también implica apostar por reducir los niveles de pobreza del presente y del futuro.

-¿Cómo afectan el hambre y la desnutrición al cerebro?
- Antes que nada quiero decir que un solo chico con hambre en nuestro país representa un imperdonable fracaso como comunidad. ¡Un país que produce alimentos que podrían alimentar a 400 millones de personas no puede tener a nadie que pase hambre! Como dijo el expresidente Raúl Alfonsín en su famoso discurso en la avenida 9 de Julio de Buenos Aires: en nuestro país hay hambre no porque falten alimentos sino porque sobra inmoralidad.
El hambre y la desnutrición provocan un efecto gravísimo en las personas. Diversos estudios han comprobado que la desnutrición tiene un impacto negativo en el desarrollo cerebral, impacta en su maduración. Las carencias nutricionales traen aparejadas deficiencias cognitivas. Por ejemplo, el hierro es uno de los nutrientes más importantes durante el crecimiento de los niños. Su carencia en los primeros años de vida está asociada con desempeños deficitarios en el lenguaje, la motricidad y las áreas socioafectivas. Además, la malnutrición genera también angustia, depresión y estrés. Un niño pequeño que está frecuentemente ligado a situaciones de carencia experimenta una activación persistente del llamado "sistema neuroendócrino" que controla las reacciones al estrés a través de la liberación de hormonas. A causa de ello, pueden aumentar los niveles de cortisol de manera crónica y afectar de manera negativa el desarrollo cerebral dañando neuronas en las áreas asociadas a las emociones y el aprendizaje. Ahora bien, hay un dato que es clave: los problemas que genera la malnutrición no son irreversibles y es por eso que como comunidad debemos revertir esta situación de manera urgente.
"Hay que saber que cuando hablamos de la apuesta por la educación, también implica apostar por reducir los niveles de pobreza del presente y del futuro".
Presidente de la Fundación Ineco para la investigación en neurociencias cognitivas. 
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martes, 20 de febrero de 2018

El cuento de EL REY DESNUDO.ÁNDERSEN(CUÁNTOS REYES DESNUDOS HAY EN ESTE PLANETA)

El cuento del REY DESNUDO…

Seguro que conocéis el célebre cuento de Andersen.

En resumen, nos viene a contar como en un lejano país, su monarca se entera que unos famosísimos sastres están de paso por su reino. Sin perder tiempo, los convoca para que le confeccionen su mejor indumentaria. Los sastres, tras de disfrutar varios días de los beneficios que le brinda la vida en la corte del Rey, le comunican que han terminado su trabajo y anuncian a quien quiera escucharlos que han confeccionado para el Rey el traje invisible más hermoso del mundo, tan hermoso que “sólo los tontos no pueden verlo”. Proceden entonces a quitarle la ropa al Rey y mediante aparatosos ademanes le colocan el nuevo traje invisible. Obviamente, el Rey se ve desnudo, pero no lo reconoce porque no quiere aparecer como un tonto frente a tan famosísimos sastres.
Convoca entonces a sus colaboradores, a quienes les pregunta por la belleza de su traje. Y, éstos, una vez superada la sorpresa de ver al Rey desnudo y enterados de que semejante traje es tan hermoso que “sólo los tontos no pueden verlo”, afirman sin rubor que el traje es el “más hermoso del mundo”, lo que convence definitivamente al Rey y entonces  los sastres continúan su viaje con el suculento pago por su trabajo, dejando al rey y a su corte muy satisfechos y agradecidos. 
El Rey paseaba desnudo por su palacio luciendo su traje invisible, el más hermoso del mundo hasta que un día decidió que su pueblo merecía también disfrutar la hermosura de su traje y salió del palacio para recorrer su reino. Sus súbditos lo ven desnudo, pero por temor a contradecirlo y sabedores de que “sólo los tontos no pueden ver el traje”, nadie dice nada. Hasta que un inocente niño grita: “¡El Rey está desnudo!”
Tal grito pareció remover las conciencias de todos aquellos que presenciaban el desfile, primero con murmullos y luego a voz en grito todos empezaron a chismorrear "el rey va desnudo", ... "el rey va desnudo”. La multitud no pudo contener más la risa. El escándalo era incontenible. cortesanos del rey se dieron pronto cuenta del engaño y es que realmente el rey iba desnudo. Entonces el rey se mira y empieza a correr, de vergüenza no sabia donde meterse, al descubrir la verdad: había sido engañado..

Los sastres ya habían desaparecido. El engaño había surtido efecto.

Esta historia es un cuento que hizo famoso el danés Hans Christian Andersen, allá por 1837 y que llevaba por titulo "El traje nuevo del emperador". Lo que que pocas personas saben es que Andersen se inspiro en la obra de un autor español: El Libro de los enxiemplos del Conde Lucanor et de Patronio (escrita en 1335) por Don Juan Manuel que la escribió en plena Edad Media, casi 500 años antes. En concreto, en el ejemplo XXXII, que se titula “De lo que sucedió a un rey con los pícaros que hicieron la tela” (De lo que conesçió a un rey con los burladores que fizieron el paño) y que dice así:

Otra vez le dijo el Conde Lucanor a su consejero Patronio:
- Patronio, un hombre me ha propuesto un asunto muy importante, que será muy provechoso para mí; pero me pide que no lo sepa ninguna persona, por mucha confianza que yo tenga en ella, y tanto me encarece el secreto que afirma que puedo perder mi hacienda y mi vida, si se lo descubro a alguien. Como yo sé que por vuestro claro entendimiento ninguno os propondría algo que fuera engaño o burla, os ruego que me digáis vuestra opinión sobre este asunto.
- Señor Conde Lucanor -dijo Patronio-, para que sepáis lo que más os conviene hacer en este negocio, me gustaría contaros lo que sucedió a un rey moro con tres pícaros granujas que llegaron a palacio.
Y el conde le preguntó lo que había pasado.
- Señor conde -dijo Patronio-, tres pícaros fueron a palacio y dijeron al rey que eran excelentes tejedores, y le contaron cómo su mayor habilidad era hacer un paño que sólo podían ver aquellos que eran hijos de quienes todos creían su padre, pero que dicha tela nunca podría ser vista por quienes no fueran hijos de quien pasaba por padre suyo.
»Esto le pareció muy bien al rey, pues por aquel medio sabría quiénes eran hijos verdaderos de sus padres y quiénes no, para, de esta manera, quedarse él con sus bienes, porque los moros no heredan a sus padres si no son verdaderamente sus hijos. Con esta intención, les mandó dar una sala grande para que hiciesen aquella tela.
»Los pícaros pidieron al rey que les mandase encerrar en aquel salón hasta que terminaran su labor y, de esta manera, se vería que no había engaño en cuanto proponían. Esto tambiénagradó mucho al rey, que les dio oro, y plata, y seda, y cuanto fue necesario para tejer la tela. Y después quedaron encerrados en aquel salón.
»Ellos montaron sus telares y simulaban estar muchas horas tejiendo. Pasados varios días, fue uno de ellos a decir al rey que ya habían empezado la tela y que era muy hermosa; tambiénle explicó con qué figuras y labores la estaban haciendo, y le pidió que fuese a verla él solo, sin compañía de ningún consejero. Al rey le agradó mucho todo esto.
»El rey, para hacer la prueba antes en otra persona, envió a un criado suyo, sin pedirle que le dijera la verdad. Cuando el servidor vio a los tejedores y les oyó comentar entre ellos las virtudes de la tela, no se atrevió a decir que no la veía. Y así, cuando volvió a palacio, dijo al rey que la había visto. El rey mandó después a otro servidor, que afamó también haber visto la tela.
»Cuando todos los enviados del rey le aseguraron haber visto el paño, el rey fue a verlo. Entró en la sala y vio a los falsos tejedores hacer como si trabajasen, mientras le decían: «Mirad esta labor. ¿Os place esta historia? Mirad el dibujo y apreciad la variedad de los colores». Y aunque los tres se mostraban de acuerdo en lo que decían, la verdad es que no habían tejido tela alguna. Cuando el rey los vio tejer y decir cómo era la tela, que otros ya habían visto, se tuvo por muerto, pues pensó que él no la veía porque no era hijo del rey, su padre, y por eso no podía ver el paño, y temió que, si lo decía, perdería el reino. Obligado por ese temor, alabó mucho la tela y aprendió muy bien todos los detalles que los tejedores le habían mostrado. Cuando volvió a palacio, comentó a sus cortesanos las excelencias y primores de aquella tela y les explicó los dibujos e historias que había en ella, pero les ocultó todas sus sospechas.
»A los pocos días, y para que viera la tela, el rey envió a su gobernador, al que le había contado las excelencias y maravillas que tenía el paño. Llegó el gobernador y vio a los pícaros tejer y explicar las figuras y labores que tenía la tela, pero, como él no las veía, y recordaba que el rey las había visto, juzgó no ser hijo de quien creía su padre y pensó que, si alguien lo supiese, perdería honra y cargos. Con este temor, alabó mucho la tela, tanto o más que el propio rey.
»Cuando el gobernador le dijo al rey que había visto la tela y le alabó todos sus detalles y excelencias, el monarca se sintió muy desdichado, pues ya no le cabía duda de que no era hijo del rey a quien había sucedido en el trono. Por este motivo, comenzó a alabar la calidad y belleza de la tela y la destreza de aquellos que la habían tejido.
»Al día siguiente envió el rey a su valido, y le ocurrió lo mismo. ¿Qué más os diré? De esta manera, y por temor a la deshonra, fueron engañados el rey y todos sus vasallos, pues ninguno osaba decir que no veía la tela.
»Así siguió este asunto hasta que llegaron las fiestas mayores y pidieron al rey que vistiese aquellos paños para la ocasión. Los tres pícaros trajeron la tela envuelta en una sábana de lino, hicieron como si la desenvolviesen y, después, preguntaron al rey qué clase de vestidura deseaba. El rey les indicó el traje que quería. Ellos le tomaron medidas y, después, hicieron como si cortasen la tela y la estuvieran cosiendo.
»Cuando  el día de la fiesta, los tejedores le trajeron al rey la tela cortada y cosida, haciéndole creer que lo vestían y le alisaban los pliegues. Al terminar, el rey pensó que ya estaba vestido, sin atreverse a decir que él no veía la tela.
»Y vestido de esta forma, es decir, totalmente desnudo, montó a caballo para recorrer la ciudad; por suerte, era verano y el rey no padeció el frío.
»Todas las gentes lo vieron desnudo y, como sabían que el que no viera la tela era por no ser hijo de su padre, creyendo cada uno que, aunque él no la veía, los demás sí, por miedo a perder la honra, permanecieron callados y ninguno se atrevió a descubrir aquel secreto. Pero un negro, palafrenero del rey, que no tenía honra que perder, se acercó al rey y le dijo: «Señor, a mí me da lo mismo que me tengáis por hijo de mi padre o de otro cualquiera, y por eso os digo que o yo soy ciego, o vais desnudo».
»El rey comenzó a insultarlo, diciendo que, como él no era hijo de su padre, no podía ver la tela.
»Al decir esto el negro, otro que lo oyó dijo lo mismo, y así lo fueron diciendo hasta que el rey y todos los demás perdieron el miedo a reconocer que era la verdad; y así comprendieron el engaño que los pícaros les habían hecho. Y cuando fueron a buscarlos, no los encontraron, pues se habían ido con lo que habían estafado al rey gracias a este engaño.
»Así, vos, señor Conde Lucanor, como aquel hombre os pide que ninguna persona de vuestra confianza sepa lo que os propone, estad seguro de que piensa engañaros, pues debéis comprender que no tiene motivos para buscar vuestro provecho, ya que apenas os conoce, mientras que, quienes han vivido con vos, siempre procurarán serviros y favoreceros.
El conde pensó que era un buen consejo, lo siguió y le fue muy bien.
Viendo don Juan que este cuento era bueno, lo mandó escribir en este libro y compuso estos versos que dicen así:
A quien te aconseja encubrirte de tus amigos,
le es más dulce el engaño que los higos 
o bien, 
Al que te aconseja esconderte de tus amigos,
engañarte le importa menos de dos higos.

En el original: (Quien te conseja encobrir de tus amigos, 
sabe que más te quiere engañar que dos figos)

FIN
Tema: Aunque la verdad, ni que sea proviniendo de personas humildes, acaba triunfando sobre la mentira, es prudente desconfiar de asuntos encubiertos.
Personajes: Los protagonistas están formados por una tríade (los pícaros, el rey sus súbditos, entre los cuales emerge el criado negro).
Estructura: Todos los einxemplos tienen la misma estructura: el joven conde Lucanor plantea un problema, se lo cuenta a su ayo Patronio (una especia de profesor particular) el cual decide explicarle la solución con un ejemplo, a modo de cuento, y una moraleja en dos versos que contiene el resumen del consejo. El Conde Lucanor toma el ejemplo y decide actuar en consecuencia.
Origen y secuelasOrigen árabe. Reelaborado por Cervantes (El retablo de las maravillas), difundido por Gracián (Agudeza y arte del ingenio, XXVII y El criticón, III,4) y vuelto a reelaborar por Andersen (El traje nuevo del emperador)

Con este cuento, el conde Lucanor advierte a Patronio ante el poder y el alto coste de decir la verdad. Ninguno de los cortesanos se atreve a hablar, contaminados ya por la excesiva proximidad del poder, y la rebelión se gesta en lo más vulgar del pueblo llano. 
Una sana oposición a los gobiernos sólo puede realizarse con verdad y sentido común de los gobernados, lo que hoy llamamos sociedad civil. Contra el abuso, el autor no propone la sangre ni la anarquía, sino la constante desconfianza. Claro que esta actitud es costosa y los ciudadanos tienden a pagar la comodidad con su silencio y la ilusión de certeza con su libertad.